Tu "sí" puedes cambiar el mundo

"Un solo grano de arroz puede inclinar la balanza. Un solo hombre puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota."

Si eres un apasionado de Disney como yo, reconocerás esta cita enseguida.

La ha adivinado. Es de la película Mulán, y para ponerte un poco en contexto, el Emperador de China hizo esta audaz declaración a sus consejeros asegurándose de que nadie quedara excluido de esa guerra porque, como dijo, "un solo hombre" puede cambiarlo todo, y más adelante en la película descubrimos que ese "único grano de arroz" era en realidad Mulán y que ella salvó a todo el mundo.

¿Qué tiene esto que ver? Déjame que te lo diga.

Ser cristiano es genial, tener una relación con Dios y hacer la vida con Él es increíble.

Pero, ¿has pensado alguna vez que podrías ser como ese "único grano de arroz" que lo inclina todo en el plan de Dios para el mundo?

¿Y si Dios quiere usarte para cambiar el mundo?

Es un sueño realmente genial, ¿verdad? Pues... Estoy aquí para decirte que esto es un hecho. Dios nos está invitando a todos nosotros, sí, a ti también, a su gran historia. Él quiere hacer algo grande en tu vida y a través de tu vida. Quiere usarte para cambiarlo todo.

No necesitas pasaporte para ser misionero, porque tu campo de misión está dondequiera que estés: en la escuela, en casa, en el vecindario, donde quieras. Dios quiere usarte allí mismo. Sólo tienes que estar disponible, decir que sí, y ver cómo incluso los actos más sencillos pueden dar testimonio de la bondad de Dios.

Cambiar el mundo puede ser tan sencillo como decir "sí" porque, como el grano de arroz de Mulán, tu "sí" puede cambiar el mundo.

Tu "sí" puede cambiar el mundo

No es sólo una afirmación audaz; es un hecho. "Vosotros sois la sal de la tierra" y "vosotros sois la luz del mundo" (Mateo 5:13-14). Cuando Dios quiere iluminar un lugar oscuro, Él brilla a través de TI. Tú eres Su luz.

Así que, aquí está el desafío:

Cambia el mundo. Empieza dándoselo todo a Dios y pregúntale por dónde empezar. Vive tu vida como un embajador, una luz que brilla la bondad de Dios. Y "estad siempre preparados para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que tenéis". (1 Pedro 3:15) Porque tu respuesta podría ser la razón por la que alguien vea a Jesús, podrías ser la oración que han estado esperando.

Si un solo grano de arroz inclina la balanza, tu "sí" puede cambiar el mundo. Sé el que cambia el juego ✨🌟