Los futbolistas son grandes misioneros.
Una afirmación audaz, que puede sonarle un poco extraña o incluso descabellada. Quizá piense: ¿no son dos mundos completamente distintos?
Soy un futbolista apasionado y un misionero apasionado. Dos cosas que, en mi opinión, van muy bien juntas y tienen mucho en común.
Google da las siguientes definiciones para un futbolista y un misionero:
Un futbolista o jugador de fútbol es alguien que juega al fútbol. Ya sea profesionalmente, durante 15 años o sólo unos meses.
Un misionero es alguien enviado en misión religiosa, especialmente para promover el cristianismo en un país extranjero. Alguien llamado a predicar el Evangelio y hacer discípulos de las naciones.
Hasta ahora, estas dos actividades no parecen ir muy de la mano.
He aquí cinco puntos por los que ambas cosas combinan bien:
El fútbol es un deporte de equipo. Los futbolistas saben que los grandes éxitos sólo pueden lograrse en equipo, que es sumamente importante ser un equipo cohesionado. Un equipo que se refuerza y apoya mutuamente. Del mismo modo, todo el mundo es igual y bienvenido en el campo de fútbol, independientemente de su origen o procedencia.
Los misioneros también trabajan en equipo. Como misionero, trabajas con personas de diferentes países, culturas y denominaciones. En las misiones, es importante trabajar juntos en el cuerpo de Cristo y honrar la diversidad.
Los futbolistas profesionales, en particular, viajan para llegar a sus partidos. Pero los futbolistas aficionados también recorren distancias para llegar a sus partidos. A menudo, esta distancia no es tan grande, tal vez incluso sólo hasta el pueblo de al lado (mi viaje de ida más largo fue de sólo 45 minutos). Pero viajar, ya sea lejos o cerca, para hacer lo que te gusta (jugar al fútbol) forma parte del fútbol.
Los misioneros viajan de la misma manera. A menudo te imaginas a un misionero yendo a algún lugar lejano de África y no es tan descabellado, como misionero viajas mucho y de hecho he estado en África. Pero a menudo se trata simplemente de visitar una iglesia o un grupo de jóvenes no muy lejos. Y un misionero también está encantado de emprender estos viajes para hacer lo que le gusta.
Los futbolistas son entusiastas, en el campo pero sobre todo fuera de él. Personalmente, podría hablar todo el tiempo de este maravilloso deporte: todo lo que he vivido, las victorias, las derrotas. Pero también de lo que pasa en el mundo del fútbol en este momento: quién ganó a quién, qué jugador ha cambiado de club, etc. Los futbolistas no paran de hablar de fútbol.
Como misionero, a menudo tienes una característica similar: no puedes dejar de hablar de Jesús o de contárselo a los demás. Acercar a la gente quién es Jesús y lo que logró en la cruz.
Los futbolistas son personas apasionadas y dedicadas, por el deporte pero también por su club favorito. Muchos aficionados al fútbol dirían que aman a su club o que lo darían todo por su club. Los aficionados al fútbol establecen una relación emocional con su club y, para algunos, ésta es también una parte importante de su identidad. Entre los aficionados se forjan amistades que van mucho más allá del fútbol.
También vemos esta pasión y dedicación en los misioneros que lo dan todo por Jesús, le aman y harían cualquier cosa por él. También aquí la fe, o la relación con Jesús, se convierte en una identidad.
Podemos encontrar algunos cristianos en el fútbol profesional: David Alaba, Keylor Navas, Jürgen Klopp, Kaká así como muchos otros declaran públicamente su fe y hablan de cómo su fe en Jesús les da fuerza.
Podemos ver que los futbolistas y los misioneros tienen mucho en común y que un futbolista está en una buena posición para ser misionero. Porque las cualidades de trabajar en equipo, ser entusiasta o tener pasión y dedicación no sólo son una ventaja cuando se juega al fútbol, sino también como misionero.
Estoy convencido de que Dios quiere enviar futbolistas a las misiones para mostrar el amor de Dios a la gente de una forma muy práctica a través del deporte.
In the Spring DTS 2024 football track we will get together as people who love football and sports. We will learn why football and missions fit together well and how we can reach people with God's love through football. The track will be full of learning but as well full of practical things and reaching out.